Carta Abierta

24 de Noviembre de 2015 | Secretaría de Educación

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Sobre su Comunicado de fecha 23 de noviembre del año en curso referente al programa denominado “Agentes de Transformación CFE-SUTERM”, a continuación le envío las siguientes precisiones:

En una relación laboral tan trascendente como la de CFE y SUTERM, la buena voluntad no existe; en ella, prevalecen el respeto a la jerarquía de las partes, la consistencia, el orden, los vínculos políticos, legales y económicos, los procedimientos y principalmente el diálogo; no hacerlo, implica conflictos innecesarios, tal es el caso que nos ocupa.

En ese sentido, el pacto contractual dispone que la CFE reconoce que la representación genuina de los trabajadores a su servicio, radica en el SUTERM y que el máximo representante de tal organización sindical, es Víctor Fuentes del Villar, Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, con quien la CFE está obligada a tratar todos los asuntos que surjan entre ella y sus trabajadores.

En adición, el artículo 14 de la Ley de CFE, que establece la integración de su Consejo de Administración, en su fracción IV, reconoce a un consejero designado por los trabajadores; para el caso actual, dicho representante también es Víctor Fuentes del Villar. Ningún otro secretario integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) está por encima del Secretario General; él constituye la máxima instancia y es con él con quien deben tratarse todos los asuntos; de manera particular, lo asociado a la implementación de la Reforma Energética y sus leyes secundarias.

Dado que CFE no ha actuado como se debe, aclaro que a la fecha, no ha sido el SUTERM quien ha alterado una vez más la relación laboral.

La responsabilidad que las partes tienen para transformar a la CFE en empresa productiva del Estado, así como para cambiar esquemas organizacionales, enfrentar nuevos desafíos, establecer estrategias ante las intensas medidas de disciplina y austeridad presupuestal, no es asunto fácil, ni unilateral. El paso de una empresa de electricidad a una de energía que brindará servicio eléctrico y comercializará gas natural, fibra óptica, entre otros, requiere de un programa previamente  acordado que brinde prioridad a lo fundamental y donde prevalezca el pensamiento acompañado de la acción, no al revés.

En la nueva situación de CFE como Empresa Productiva del Estado surge a la ineludible necesidad de fortalecerla y con ello a la Nación, robusteciendo toda su infraestructura y funciones, preparándola para ser competitiva mediante la aplicación de una reingeniería que pasa la inversión humana, técnica y financiera, donde la responsabilidad para hacerlo recae en los representantes de CFE; lamentablemente, lo programado y realizado en ese sentido resulta marginal; luego, los agentes transformadores que ustedes proponen tendrían poco o nulo trabajo. Por nuestra parte, seguiremos garantizando que los trabajadores sindicalizados sean cada vez mejores y más eficientes, pero exigimos que las autoridades asuman la defensa de la CFE para evitar que por falta de liderazgo empresarial resultemos desplazados del  mercado eléctrico por el sector privado.

Por otro lado, aclarar lo ocurrido en las tres reuniones de trabajo que en mi carácter de Secretario de Educación del CEN del SUTERM tuve con la representación de CFE y que estuvieron relacionadas con el Programa de Ética y Transparencia desarrolladas  en 2013, 2014 y su proyección a 2015, no tendría sentido, si antes no desmiento de cara a la negociación que usted menciona que existan diferentes criterios en mi cargo y el del Secretario General del SUTERM. Refuto categóricamente negociación alguna a espaldas de la Secretaría General, como usted lo deja entrever en su Comunicado.

El problema que ha inducido consiste en que el tema fue sacado de su contexto y usted lo sitúa en un ámbito que no corresponde a su verdadera dimensión, sin considerar que en cualquier negociación y/o conversación bilateral, siempre deberá existir por lo menos causa, efecto, simetría y responsabilidad; como en su Comunicado no han habido tales elementos, no es aceptable imputación alguna.

Con la implementación unilateral del programa en cuestión, de nueva cuenta les ganaron las prisas, situación que demuestra una improvisación en su política de dirección.

En la medida en que resulta poco probable que la aclaración que yo pueda proporcionar en breves líneas resuelva los hechos que CFE consumó, prefiero utilizar los procedimientos establecidos en el CCT CFE-SUTERM vigente ya que ellos permiten resolver las controversias. Apelo a la implementación de las cláusulas contractuales que para el efecto señala el CCT CFE-SUTERM, ya que no es estilo del SUTERM discutir sus problemas por medio de Comunicados. Resultaría muy extraño e indebido que iniciara ahora un debate abierto y lo peor sería sin aportar pruebas, por lo cual damos por terminado este dialogo epistolar.

Respetar las diferencias es un precepto consignado en el pacto contractual. La CFE está obligada a escuchar las opiniones del SUTERM y a establecer los acuerdos en las instancias correspondientes. No aceptamos que se busque una supuesta unidad por la fuerza o ante hechos consumados.

Resulta frecuente confundir unidad con uniformidad y postular verdades a medias; en ese sentido, el concepto que postula como una “nueva cultura laboral”, tiene muchos significados; le informo que el SUTERM adoptó ese proyecto desde hace más de treinta años y así hemos actuado con todas las administraciones con las que hemos trabajado; por cierto, sin ningún problema. Bajo ese precepto hemos logrado electrificar al 98 por ciento del país y también hemos resuelto todos los daños artificiales y naturales que han ocurrido.

Sobre la reforma energética y el desarrollo del programa asociado a su implementación, de nueva cuenta reitero que de manera lamentable ustedes han distorsionado el objetivo para la transformación de la CFE. Si no hay respeto, diálogo, planeación y conciliación, los escenarios empeorarán y no seremos nosotros los responsables de ello.

El SUTERM, entre otros principios básicos tiene como premisa el análisis y práctica de temas relacionados con una nueva cultura sindical; se trata de una cultura basada en la conciencia de productor, en valores de productividad, en la investigación, desarrollo e innovación, en la educación, transformación, mejora de servicio al cliente, regulación de procesos internos y combate a la corrupción, de esa manera defendemos nuestro trabajo; por ello, entenderá que cualquier empresa o gurú que usted contrate para hablarnos de tales temas nos ofende y lesiona; lo anterior, porque en cada trabajador de CFE hay un “Agente Transformador” dispuesto a corregir las imprecisiones e impulsar integralmente la reforma. La “buena nueva” que ustedes nos quieren anunciar, no la conocemos y anticipadamente la rechazamos si sólo predica el ordenamiento de costos, balances, esquemas financieros y toda una supuesta antología de liberación económica que rebaja a la CFE a una fábrica de ladrillos y no a la importancia que tiene en el sector eléctrico. Exigimos acercar la producción y sus métodos a los que la realizan. Los trabajadores deben conocer la influencia de su actividad sobre naturaleza y sociedad.

La electricidad constituye el límite entre la superestructura y la infraestructura, que comprueba la interacción dialéctica que opera entre las fuerzas económicas y políticas; además, tiene relación con la seguridad nacional, con el impulso a la educación, con el desarrollo del país y con su economía, al mismo tiempo resulta intersectorial e interdisciplinaria. Es el motor que impulsa a México.

Por lo anterior, reitero: La buena voluntad no basta, se requieren auténticos planes, alta responsabilidad y acuerdos firmes entre CFE y SUTERM. Estamos obligados a proceder en términos contractuales.

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